El 30 de diciembre se cumplieron 16 años de la tragedia de Cromañón, aquella que se llevó la vida de 194 jóvenes que se reunían para disfrutar la música de la banda argentina Callejeros. Fue un antes y un después para todo el país, causó un cambio radical, que incluso hasta el día de hoy a muchos se les hace un nudo en la garganta con solo recordarlo.
Tristemente, la tragedia causó tanto impacto que hasta el ambiente cristiano se vio afectado. Las productoras cristianas de aquellos años comenzaron a tomar mayores recaudos en la manera de organizar conciertos y eventos en los que también participaban miles de personas que podían ser víctimas de un suceso como el de República de Cromañón. Pero, ¿por qué había causado esto en el ámbito cristiano? La respuesta es simple: la música cristiana, más precisamente el rock, estaba en su mejor momento, vendían miles de discos y convocaban multitudes en teatros y estadios.
Es así que el 7 de Diciembre de ese año —tan solo 23 días antes del fatídico 30— había tocado para cinco mil personas nada más y nada menos que Rescate. Cuentan que el lugar estaba habilitado para un poco más de mil personas, estando completamente colapsado.
El día posterior al recital, en un comunicado oficial, el equipo de prensa de la banda declaró que fue una noche de mucho calor, hablaban de una «marea humana», y también de las famosas bengalas (aquellas que hacen humo de color y que se suele ver en muchos estadios). «En el concierto de Rescate solo se encendieron algunas bengalas de humo, que no producen fuego, pero de todas formas Ulises (voz y líder) les pidió que no lo hicieran ya que, en un lugar tan cerrado y con tanta, gente el humo molestaba mucho», comentó Daniel Heisel (en este momento Manager de Rescate). También cuentan que, para ese día las salidas de emergencia estaban abiertas, todo lo contrario al trágico incendio de fin de año.
El eco del incidente se vio reflejado en varias bandas de rock cristiano que expresaban lo siguiente: «Este lamentable episodio podría habernos ocurrido en cualquiera de los conciertos que damos o asistimos, y por los cuales recibimos tantos elogios por el comportamiento y la manera de divertirse de nuestra gente, pero hoy debemos decir que esta dolorosa experiencia (…) sin duda marcará un antes y un después», analizaba Marcos Álvarez, ex líder Puerto Seguro.
«De todas maneras cualquier situación tan grave como esta nos ayuda siempre a reflexionar en cada detalle y a pensar que Dios nos está hablando para ser luz en un mundo de desorden y tinieblas», dijo Fabián Liendo de Kyosko. Mientras que Luis Barni comentaba: «Hay que supervisar todo lo que se haga, porque de lo que produzcamos daremos cuenta no solo a la sociedad, sino también a Dios».
Por otro lado, el propio Ulises contaba como recibió la triste noticia de la tragedia. «La noche del 30 de Diciembre en casa nadie durmió, porque mientras llegaban las noticias (…) no parábamos de recordar a los miles de chicos que estaban esa noche (concierto de Rescate), además de amigos, familiares y conocidos».
La tragedia abrió un debate como cristianos, entendemos que Dios nos protege, pero aun así debemos tomar los recaudos necesarios para garantizar la seguridad de cada evento. Así lo entendió cada banda, organizador y productor, sabiendo que los jóvenes cristianos no estaban ajenos ni exentos de un incidente como el que ocurrió con Callejeros. Rescate y Boanerges ya habían tocado en Cromañón, Kyosko en pocas semanas tenía una fecha preparada que debió ser cancelada. Las bandas frecuentaban esos lugares que no eran precisamente los templos, por eso fue importante la toma de conciencia para empezar a prevenir y que una tragedia como esa no vuelva a ocurrir nunca más.
Cromañón significó una gran herida que sigue vigente, la perdida de familiares y amigos, es algo que nunca se olvidará. Si te interesa saber más sobre este lamentable episodio, te dejamos el siguiente video.
Fuente de los testimonios: Revista Edición G.