Hablamos de la más reciente película de la plataforma de streaming del ratón, centrada en un niño con una particular relación con el agua. Luca transcurre en Italia, y se centra en un chiquillo que es, a la vez, un monstruo marino. Según con qué cristal se mire, esta podría catalogarse como una de las llamadas historias «coming of age», ya que el protagonista emprende una aventura durante la película que lo llevará a descubrir aspectos nuevos sobre su identidad.
Un rejunte de argumentos conocidos y animación de última generación
Las advertencias de sus padres a no subir a la superficie, la forma física del personaje y toda su especie, los vínculos que mantienen entre sí y con el mundo exterior, todo ello recuerda a producciones anteriores de Disney, con la animación hiperrealista, la base del arte visual de todas las películas de Pixar.
¿Amistad o algo más?
Y es que es cierto que, en Luca particularmente, se ha logrado que la animación sea clave para mostrar las distintas aristas de los personajes. Pese a ello, lo que ha despertado algunas dudas en las redes es la relación entre Luca y su amigo, Alberto. No obstante, el director insiste en que se trata de una amistad muy fuerte entre dos amigos con una profunda conexión.
Por eso, nos apegamos a las afirmaciones del equipo, que indican categóricamente que Luca es una historia de amistad, y solo eso. Una que está marcada por el sentimiento de no pertenecer, del rechazo entre especies. Más allá de todo lo antes mencionado, lo que más rescatamos de esta bellísima producción es el mensaje de unidad que promueve, donde lo que se logra en equipo es infinitamente mayor que el esfuerzo individual.
En definitiva, es una historia que entretiene, mientras los espectadores aprecian las evidentes mejoras en la calidad de la animación impecable a la que ya nos tiene acostumbrada Pixar.
Redacción en Reactivoz | Comunicadora | Cinéfila
