Connect with us

Hi, what are you looking for?

Artículos

Encontrando la calma en medio de la tormenta

En el evangelio de Mateo se encuentra una breve historia que relata como los discípulos del Señor fueron sorprendidos por una intensa tormenta cuando estaban en una barca rumbo a la otra orilla del mar de Galilea.

«Luego Jesús entró en la barca y comenzó a cruzar el mar con sus discípulos. De repente, se desató una fuerte tormenta, con olas que entraban en la barca; pero Jesús dormía. Los discípulos fueron a despertarlo: — Señor, ¡sálvanos! ¡Nos vamos a ahogar!—gritaron» (Mateo 8:23- 25, NTV).

Estos mismos discípulos eran los que caminaron junto a Jesús y fueron testigos de milagros y prodigios, de sanidades y experiencias sobrenaturales. Ellos acompañaban al Mesías, lo escuchaban y lo veían actuar. Se encontraban a Su lado cuando todo era transformado y el nombre de Dios era exaltado. Pero en medio de la tormenta, en altamar se habían olvidado de todo lo que habían experimentado anteriormente, tuvieron miedo, pánico e incredulidad.

La actitud de ellos nos recuerda a la que nosotros podemos adoptar cuando se presentan los problemas. ¿Por qué en la tormenta tendemos a olvidarnos de que Jesús está en nuestra barca? Jesús, que fue capaz de ordenar a las aguas y a los vientos que se detengan, está con nosotros en medio de la adversidad. Él nunca cambia, sigue siendo el mismo. Su poder es el mismo. Su autoridad es la misma (Hebreos 13:8).

La Palabra dice que en esa barca Jesús simplemente dormía. ¿Acaso no escuchaba los gritos? ¿No sentía como la barca se movía? ¿Cómo golpeaban las fuertes olas y el viento? El Señor descansaba seguro y en paz. Su fe y confianza se encontraban en Su Padre celestial.

«—¿Por qué tienen miedo?—preguntó Jesús. ¡Tienen tan poca fe! Entonces se levantó y reprendió al viento y a las olas y, de repente, hubo una gran calma. Los discípulos quedaron asombrados y preguntaron: «¿Quién es este hombre? ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!» (Mateo 8:26- 27, NTV).

Jesús confrontó a sus discípulos y les dijo: ¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poco confían en Dios! Y con autoridad ordenó la calma. ¿Podremos descansar en medio de las tempestades y las dificultades? La clave de nuestra vida es confiar en Dios todo el tiempo y frente a todo pronóstico. Mantener una fe viva. Podemos percibirlo o no, pero Su presencia nos acompaña. El Señor es capaz de calmar todas las tempestades que se presenten en nuestra vida, incluso las internas, las que nadie ve ni percibe, pero nuestra fe debe estar depositada solo en Él. Cuanto más conozcamos de Jesús y como opera, mayor confianza desarrollaremos ante los tiempos difíciles. Y no solo podremos creer con fe que todo será transformado por Su divino poder, sino comprender que nos ha otorgado autoridad para enfrentar y romper nuestros miedos mediante la confesión de Su Palabra.

Jesús trajo orden cuando habló. Nosotros somos imitadores de Cristo y podemos actuar como Él lo hizo. Ya nunca más estaremos solos ni temerosos en esta vida, porque Dios está en nuestra barca y con Él llegaremos ilesos hasta la otra orilla, contamos con Su presencia todos los días hasta el fin (Mateo 28:20).

Autora: Ruth Castro

Comparte en tus redes

Puedes ver también

Artículos

No sé si a ustedes les pasa, pero cuando tengo un problema mi cabeza se hace un mundo y, por más vueltas que le...

Artículos

Todos sabemos que estamos en épocas de «series y películas», ya la televisión fue tomando un segundo lugar y el auge son las plataformas....

Artículos

En La Palabra de Dios dice que el Señor es nuestro pastor y la iglesia Su rebaño. ¿Qué tareas desempeña un pastor de ovejas?...

Artículos

Según la definición teórica de «humildad», se refiere a: «Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar...