«Fariseo» es una palabra que suena mal, ya que está relacionada con la hipocresía, la falsedad y la religiosidad. A través del siguiente texto conoceremos tres rasgos presentes en una persona farisea, los cuales hacen parte de su personalidad y se encuentran arraigados como un tatuaje en la piel. Si conoces más, puedes incluirlos en los comentarios.
1. Le importa más impresionar a la gente que su relación con Dios
La vida se convirtió en el arte de ocultar sus debilidades, se muestran fuertes y constantes cuando en realidad viven de apariencias. Dan consejos a otros que ellos mismos no aplican mientras buscan llamar la atención para ser reconocidos por las autoridades. Desean mostrarse como un ejemplo pero no con una intención genuina, sino con el deseo de sobresalir sobre los demás. Su vida ministerial se ha convertido en una carrera contra su prójimo, es por eso que actúa simplemente sin un objetivo real y honesto ya que es una vida vacía cubierta por una caja de cristal.
2. Sus acciones no reflejan amor
Todo lo que hacen está basado en el egoísmo y no en el amor. Viven cumpliendo reuniones y tradiciones, porque su vida consiste en hacer las cosas para llenar su agenda y no por compasión a los demás. El sufrimiento ajeno les produce apatía ya que buscan primero llenar sus necesidades. Ver sus deseos personales realizados es mucho más importante que fijarse en el dolor de los otros.
3. Disfruta juzgar a los demás y sentirse superior a todos
Para el fariseo su vida es perfecta, no necesita nada de nadie. Está esperando ver a otra persona en un mal estado para justificar su falsa pureza, expresando frases tales como: «eso le pasa por andar en oscuridad». Le fascina el chisme y provocar a los demás para dar rienda suelta a su lengua maldiciente. Cuando cometen un error y alguien se los indica, simplemente se justifican para mantener su imagen inquebrantable en una realidad maquillada de mentiras.
Vale la pena detenerse un segundo y pensar si en nuestra vida una o varias de estas características se encuentran presente. Hoy puede ser la ocasión perfecta para replantear el camino, buscar a un Dios genuino quien anhela tener una relación honesta y transparente con nosotros. Dios, quien nos muestra su amor inagotable a través de los pequeños detalles, está listo para escuchar una oración sincera de un corazón sediento de algo verdadero.
Comunicador Social-Periodista. Escritor